Si quieres ser sincera
Admite que a tu entender lo merezco.
Que entiendes
Merecer cuanto te plazca,
Y qué haces más
Que quedarte con lo bueno.
Por mi parte,
Me aparto de aquellos insultos
Y admito este temor al cambio.
Este temor a tu verdad.
Y a lo que he sentido
Enfrentando a la muerte en soledad.
Recordándote…
“Valorándote”…
¡Cuanto duele que me abandones
Para emprender otros rumbos!
Cuanto duele,
Cada vez que sin decirme nada
Das lo nuestro por terminado.
Cuanto duele, lo que sentí
Al tirar los anillos al mar.
Es que… ante esta amargura,
Aquella felicidad burlona
Me ha dolido
Cada vez que has querido.
Cobarde,
Tú, ni a escondidas me has amado
Pues por temor a ser herida,
Tu corazón nunca me ha correspondido.
--Jaime L. Taveras