En otras circunstancias,
Aria lo que siento.
Pero, debo alejarme
Y llevarme esto a la tumba.
No fue perfecto,
Más pudimos serlo.
Quisiera tenerle ahora,
Y que no se contenga.
Pero,
¿Qué podría ofrecerle…
-Qué no se merece?
Ya no puedo escapar,
La amo perdidamente
Y no tengo, ninguna esperanza.
Aun así,
Esta sed me impone
El amor, el placer y la locura.
Este deseo de ser amado,
De querer devorar
Esa emoción en sus pechos,
Y de extasiarme
En su aroma al desnudo.
De provocarle,
Ese instinto salvaje
Que aquella vez extinguimos.
Pero, no lo permite.
No es justo…
Y lo peor, es que no se imagina
Como esto, me está matando.
--Jaime L. Taveras