Este imbécil amargado,
Necesita que lo abraces.
Admito, que quisiera vivir
Detrás del fuego de tu mirada,
Que quisiera
Incitarte a tantas cosas.
Pero,
¡No, mientras me crea
El único dispuesto
A entregar el alma
Por lo que siente!
De nada me vale
Ilustrar esto que siento,
Si todo debe ser a tu manera.
Ni siquiera sabemos,
Si luchamos con
O en contra de la indiferencia.
Creo que deberíamos,
Reparar el quebranto
En nuestros corazones.
Porque, a pesar de que
Deduzcas que soy incapaz
De asumir las consecuencias.
Y a pesar, de la experiencia
De mi mundo en tus manos.
Te confieso que aun así,
Quisiera…
Mi último minuto de vida,
Entre tus brazos.
Necesita que lo abraces.
Admito, que quisiera vivir
Detrás del fuego de tu mirada,
Que quisiera
Incitarte a tantas cosas.
Pero,
¡No, mientras me crea
El único dispuesto
A entregar el alma
Por lo que siente!
De nada me vale
Ilustrar esto que siento,
Si todo debe ser a tu manera.
Ni siquiera sabemos,
Si luchamos con
O en contra de la indiferencia.
Creo que deberíamos,
Reparar el quebranto
En nuestros corazones.
Porque, a pesar de que
Deduzcas que soy incapaz
De asumir las consecuencias.
Y a pesar, de la experiencia
De mi mundo en tus manos.
Te confieso que aun así,
Quisiera…
Mi último minuto de vida,
Entre tus brazos.
--Jaime L. Taveras