Son cómplices
De una relación a domar,
En la que pretenden atarse
Sin comprometerse.
Ella,
Pretende raptarle de su mundo
Para involucrarlo al suyo
Con ciertas limitaciones.
Y el,
En ese compromiso de valorarla
Sin la esperanza de poder retribuir su valor.
A ella,
Que un día es el sol que alumbra su cielo
Y al siguiente…
Quien invoca las nubes
Que ensombrecen su mundo.
Esperando consentir
Ciertas expectativas…
Ahogándose en exigencias,
E incumpliendo sus necesidades.
Sin la esperanza de satisfacerse,
Sin tenerse al alcance.
En la impotencia
De alimentar “un amor egoísta”.
Su salvación,
Su perdición…
Anhelando,
Palabras de aliento
En aquella tormenta querellante.
Desafiándose,
Y haciéndose daño
En lugar de proteger sus corazones.
Sin saber en qué se convierten,
Solo sabiendo, que siguen perdidos…
Perdidos, en las demandas de esa musa.
Cuando deberían…
Ser cómplices el uno del otro,
Y dejar de serlo
De los puntos de vistas ajenos.
De una relación a domar,
En la que pretenden atarse
Sin comprometerse.
Ella,
Pretende raptarle de su mundo
Para involucrarlo al suyo
Con ciertas limitaciones.
Y el,
En ese compromiso de valorarla
Sin la esperanza de poder retribuir su valor.
A ella,
Que un día es el sol que alumbra su cielo
Y al siguiente…
Quien invoca las nubes
Que ensombrecen su mundo.
Esperando consentir
Ciertas expectativas…
Ahogándose en exigencias,
E incumpliendo sus necesidades.
Sin la esperanza de satisfacerse,
Sin tenerse al alcance.
En la impotencia
De alimentar “un amor egoísta”.
Su salvación,
Su perdición…
Anhelando,
Palabras de aliento
En aquella tormenta querellante.
Desafiándose,
Y haciéndose daño
En lugar de proteger sus corazones.
Sin saber en qué se convierten,
Solo sabiendo, que siguen perdidos…
Perdidos, en las demandas de esa musa.
Cuando deberían…
Ser cómplices el uno del otro,
Y dejar de serlo
De los puntos de vistas ajenos.
--Jaime L. Taveras