Alucinantemente...
Ella es un volcán durmiente.
Pero su letal belleza
Seduce como volcán en erupción.
Ella provoca y reprime
El placer de esparcir
Magma por todo su cráter.
Su violenta pasión a la perfección
Por extraer lava en su interior.
Ocultando su intensidad al insinuarse,
Y su interés por extasiarse.
Su timidez,
Estimula suavemente
A cerrar los ojos
Y dejar que se abra al excitarse.
Así como al explotar,
Su magia hechiza
El corazón, el alma
Y la mente.
Y como al partir,
Deja un vacío
Imposible de compensar.
Ella es un volcán durmiente.
Pero su letal belleza
Seduce como volcán en erupción.
Ella provoca y reprime
El placer de esparcir
Magma por todo su cráter.
Su violenta pasión a la perfección
Por extraer lava en su interior.
Ocultando su intensidad al insinuarse,
Y su interés por extasiarse.
Su timidez,
Estimula suavemente
A cerrar los ojos
Y dejar que se abra al excitarse.
Así como al explotar,
Su magia hechiza
El corazón, el alma
Y la mente.
Y como al partir,
Deja un vacío
Imposible de compensar.
--Jaime L. Taveras